Dr. Héctor Ramón Juliani

El Dr. Héctor Ramón Juliani nació en Mendoza y llegó a Córdoba a fin de estudiar en nuestra universidad, donde se recibió de Farmacéutico y Bioquímico. Por entonces, la Facultad de Ciencias Químicas era todavía la Escuela de Farmacia y Bioquímica, dependiente de la Facultad de Ciencias Médicas, y funcionaba en la calle Obispo Trejo. Integró el grupo inicial de Química Orgánica, y fue discípulo del Dr. Oscar Orio con quién desarrolló su tesis doctoral sobre síntesis de hidantoínas.  Se trasladó posteriormente a Buenos Aires para realizar estudios de alcaloides en plantas autóctonas, bajo la dirección del Dr. Venancio Deulofeu, iniciándose así en al área de los productos naturales.

Luego de su estadía posdoctoral, regresó a la UNC implementando en nuestra Facultad (y por primera vez en Córdoba) el estudio de la Fitoquímica, como Profesor de la entonces Química Orgánica III. Simultáneamente, inició líneas de investigación para el estudio químico de la flora autóctona. A pedido del Dr. Ranwel Caputto, pasó al Departamento de Farmacia como Director del mismo y Profesor de Farmacognosia. El Dr. Juliani fue un factor fundacional en el desarrollo y consolidación del actual grupo de Farmacognosia, y del desarrollo del Departamento de Ciencias Farmacéuticas. Implementó y dictó la asignatura Farmacia Química (actualmente Farmacoquímica). Fue una persona muy comprometida con la Institución.

Formó numerosos recursos humanos algunos de los cuales continuaron desempeñándose en nuestra Facultad y otros tuvieron destacada actuación fuera del ámbito universitario.

Fue investigador del CONICET, siendo, además, en el año 1983, uno de los miembros fundadores del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV), del cual fue un activo participante.

Hizo una estancia en la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, EEUU. Recibió el Premio de Química Orgánica, otorgado por la Academia de Ciencias Médicas, en 1984.

De un espíritu inquieto y curioso, tenía habilidades más allá de su área de investigación. De carácter solícito y siempre dispuesto a ayudar a otros, nunca reparó en las jerarquías, se brindaba a todo el mundo por igual. Su calidad de gente, su honestidad y desinterés le permitió cosechar muchas amistades a lo largo de su prolífera carrera. Un ser humano excepcional, reconocido y recordado por su buen humor. Sus innumerables anécdotas son todavía rememoradas después de tantos años. Fue un ser entrañable y de mucha sabiduría.